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viernes, marzo 10, 2006

La mágica guitarra de Santana deslumbra a Buenos Aires


Había prometido una noche mágica, y cumplió. Ante un público que desde hace 12 a?os lo esperaba ansioso, Carlos Santana desplegó todo su virtuosismo y su guitarra resonó en la noche estrellada de Buenos Aires.
La excusa del show del jueves por la noche era la presentación de su último trabajo, "All that I Am"; pero terminó transformándose en un recorrido por sus clásicos.
Acompa?ado por una banda de ocho músicos --todos de excelsa
performance, más que destacables el baterista y el trompetista--, interpretó "Samba pa'tí", "Black magic woman", "María, María", "Corazón espinado" y "Oye como va", la pieza de Tito Puente que él inmortalizó con sus cuerdas, entre otros.
El maestro se permitió algunas excentricidades que sólo él es capaz de ejecutar: como mezclar algunos acordes de la música del filme "El padrino" o la samba "Brasil" en medio de un mambo rock.
Y como además de su clásico gorro negro llevaba puesta una camiseta multicolor que reproducía el rostro de Bob Marley, decidió improvisar un tributo al jamaiquino interpretando una fusión de "Exodus" y "Get Up, stand Up".
Esta es la tercera vez que Santana toca en Buenos Aires. La primera fue en 1972, cuando disfrutaba del éxito de "Santana III", uno de sus mejores discos.
La segunda fue en 1993 y colmó el estadio del club Vélez Sarsfield.
El jueves el público se dividió entre los viejos hippies de más de 50 que lo siguen desde sus comienzos y los jóvenes que en 1999 descubrieron en "Supernatural" esa mezcla de rock y ritmos latinos y afrocubanos que Santana tan bien domina y que interpreta con maestría en su guitarra.
El concierto comenzó casi una hora después de lo previsto, cuando la impaciencia se sentía en el aire. La entrada fue triunfal: sonaron los primeros acordes de "Soul sacrifice" y el público que colmaba el Campo Argentino de Polo saltó de sus butacas.
Las pantallas gigantes que rodeaban el escenario no hicieron más que confirmar a la vista lo que era virtuoso para el oído: una magia inigualable, unos dedos entrelazados formando unos arpegios imposibles.
"Si abren la mente y el corazón pueden sentir las bendiciones. Ahorita es una oportunidad para inyectar una bendición de amor en las venas de las nuevas generaciones", dijo Santana al público, que lo aplaudió todo el tiempo de pie.
Durante el concierto Santana estuvo acompa?ado por el músico argentino Alejandro Lerner, que interpretó una canción de su último disco a la que el guitarrista le puso sus cuerdas.
Cuando después de dos intensas horas y media el show llegó a su fin, la sensación de los presentes fue compartida: todos se quedaron con ganas de más.
Santana, de 59 a?os, editó en toda su carrera 38 discos, entre los que se destacan "Santana III", "Abraxas" y "Supernatural".
Hijo de un violinista mariachi que marcó su gusto por la música, Santana nació en enero de 1947 en Autlán de Navarro, México.
A los ocho a?os se mudó junto a su familia a Tijuana, donde vivió hasta 1961, cuando se trasladaron a San Francisco, Estados Unidos.
Tenía sólo 19 a?os cuando formó la Santana Blues Band, con la que en 1969 tocó en Woodstock. La notable actuación del trío le valió un inmediato contrato con Columbia.
Hacia fines de los '70 se sumergió en la mística y dio paso, según sus críticos, a una etapa oscura. Aunque editó muchos trabajos, pocos fueron destacables.
Recién sobre el final de la década de 1990 retomó el hilo de "Santana III" con "Supernatural", el disco con el que obtuvo el mayor éxito de su carrera: nueve premios Grammy, tres Grammy Latinos y más de 25 millones de copias vendidas en todo el mundo.

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